Senadores, representantes de asuntos agrícolas de diferentes países en México e integrantes del Consejo Nacional Agropecuario, manifestaron su preocupación por la reducción del presupuesto destinado al campo mexicano que propone realizar el Gobierno federal en 2020.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, José Narro Céspedes, dijo que se está trabajando para mejorar el presupuesto para el campo. Vamos a buscar un presupuesto para el próximo año de cerca de 67 mil millones de pesos, precisó.
Indicó que este tipo de reuniones permitirá encontrar mecanismos de cooperación y colaboración con los países que México tiene acuerdos. “Sabemos que el campo es un pilar fundamental del desarrollo del país y no podemos dejarlo caer”, expresó.
Aseguró que para el presidente de la República el campo es una prioridad y ha definido una estrategia para combatir la corrupción; y mejorar el bienestar integral y lograr un nivel mínimo para toda la población.
La senadora de Morena, Lilia Margarita Valdez Martínez, respaldó la propuesta de que se destinen mil 500 millones de pesos más al campo. Dijo que el Senado se compromete a no permitir más saqueos en ese sector.
En tanto, la senadora del PVEM, Leonor Noyola Cervantes, aseguró que es fundamental destinar mayores recursos para resarcir las necesidades que tiene el campo mexicano. “tenemos un presidente que está interesado y debemos coadyuvar con él para mejorar las condiciones”.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, dijo que se firmó con el Presidente de la República el pacto para la autosuficiencia alimentaria, sin embargo, señaló, el presupuesto actual no va en ese sentido, pues presenta una reducción, lo que significa “una gran incongruencia”.
Señaló que es fundamental entrar en negociaciones con las secretarías de Agricultura y Economía para conocer las estrategias que se implementarán en este sentido, porque son responsabilidades del Estado mexicano y no puede frenarse a un sector al que se le prometió que iba a ser prioritario en la Cuarta Transformación y que está dando buenos resultados.
Argumentó que es preocupante el “desmantelamiento” de las representaciones de México en el extranjero. Eliminar ProMéxico, dijo, fue “una pésima noticia”, así como los programas de fomento a la promoción de las exportaciones de la Secretaría de Agricultura.
Destacó que el sector agroalimentario mexicano está creciendo más que la economía en su conjunto. Al primer semestre de este año, precisó, creció 3.6 por ciento, comparado con el año anterior.
Las exportaciones agroalimentarias superaron los 19 mil millones de dólares, representando un crecimiento del 6.1 por ciento y un superávit en la balanza comercial agroalimentaria de más de 7 mil millones de dólares, que representan un crecimiento de 28 por ciento y se estima cerrar el año con 10 mil millones de superávit.
Por ello, subrayó “no entendemos el por qué la reducción del presupuesto para 2020”. Para este año se están proponiendo 46 mil millones de pesos, y el 70 por ciento de ellos es para los programas de bienestar, precios de garantías para los pequeños agricultores, crédito ganadero a la palabra, fertilizantes, Segalmex.
Estamos totalmente de acuerdo que se apoye a la agricultura pequeña de este país, pero no podemos abandonar a la agricultura comercial, se nos está haciendo la “tormenta perfecta al sector comercial”, advirtió
En este sentido, señaló que ya retiraron las consejerías agropecuarias de Singapur, China, Emiratos Árabes, Canadá y Guatemala, y se tiene la sentencia que para el 31 de octubre se estarían cerrando las representaciones comerciales de Japón, Bélgica, Uruguay y Francia.
Son pésimas noticias para el sector agroalimentario. México se quedaría sólo con dos representaciones ante una agenda internacional muy dinámica, con grandes retos y serias restricciones internas y externas, puntualizó.
Víctor Manuel del Ángel González, coordinador general de Enlace Sectorial de la Sader, reconoció que el presupuesto para la Secretaría sufre importantes restricciones; sin embargo, la mayor parte de las asignaciones que queden estarán destinadas a las bases productivas y de desarrollo. Podemos estar tranquilos. Cuando falten recursos para esas partes, definitivamente hay que preocuparnos, expresó.
Aclaró que la prioridad del presupuesto y de las políticas públicas es impulsar al sector más abandonado del campo y a los productores pobres, pero no se dejará de apoyar al más desarrollado. Habrá que seguirlo apoyando, aunque, de manera diferente a como se hacía en los últimos años, agregó.
En este sentido, dijo que la Sader deberá acostumbrarse a pensar el desarrollo agropecuario de manera distinta. Se concibe, explicó, una política pública de estímulos e impulsos a la base productiva eficiente, “que no necesariamente significan las grandes asignaciones presupuestarias”.
Consideró que las preocupaciones expresadas por la disminución en el presupuesto son válidas, pero pidió esperar a la aprobación final del Congreso y a la definición de una estrategia con los recursos que le sean asignados a la Sader.
El apoyo al sector más empobrecido del campo está iniciando con la mayor capacidad presupuestal que se tiene y su fortalecimiento se logrará en el mediano plazo, aseguró el funcionario.
Manifestó que el sector agropecuario mexicano tiene un enorme potencial de crecimiento y de desarrollo, por lo que sus socios comerciales podrán seguir haciendo “buenos negocios” en este sector.