El diputado federal morenista, David Bautista Rivera planteó reformas a los artículos 372 y 373 del Código Penal Federal, a fin de aumentar las penas por el delito de robo patrimonial cuando se ejecute con violencia.
El documento, que analiza la Comisión de Justicia, precisa que si el robo al patrimonio se ejecuta con violencia, a la pena que corresponda por el robo simple se agregarán de uno a diez años de prisión y de cien a mil días de multa, en lugar de seis meses a cinco años de prisión como actualmente se establece.
Además, menciona que cuando se cometa violencia física y moral, en el robo simple, se agregarán de dos a once años de prisión y de doscientos a mil días de multa.
Argumenta que el robo patrimonial es un delito que no sólo significa una pérdida patrimonial, sino que pone en riesgo la información personal, familiar y laboral contenida en el mismo, incluso puede ser utilizado para la comisión de otros delitos como el secuestro, robo de identidad o extorsión.
Resalta que cuando se realiza este tipo de robos con violencia se utilizan armas; la peligrosidad de los delincuentes daña gravemente a la sociedad, mediante la intimidación física, lesiones, o inclusive la muerte, actos que afectan la vida de inocentes ciudadanos que circunstancialmente están en el lugar del atraco.
Añade que más de la mitad de estos ilícitos los realizan reincidentes y cada día es más frecuente la integración de bandas de delincuentes. “Esto debe ser severamente sancionado, a fin de obtener su segregación de la sociedad, dado los daños que ocasionan a los ciudadanos”.
Menciona que la pandemia por el Covid-19 tiene consecuencias socioeconómicas alarmantes. Una economía formal contraída, inevitablemente afecta el bienestar y la seguridad de todos, “por lo que el robo patrimonial con violencia puede ir en aumento los próximos meses. Por ello, es necesario frenar este tipo de delitos que ponen en riesgo la integridad de la sociedad”, precisa.
Refiere que, a pesar de la contingencia sanitaria, la violencia no da tregua; “para México es una epidemia que se padece desde hace varios sexenios”.
En abril de 2020, cuando se ordenó el paro de casi todas las labores y se suspendieron las clases, la cifra de denuncias por todos los delitos cayó a los 119 mil 809, la incidencia mensual más baja en 16 años, pero a partir de mayo el crecimiento mensual ha sido sostenido, y para septiembre las denuncias por todos los delitos cerraron en 161 mil 157 casos, señala.
Destaca que el crecimiento en la incidencia delictiva en el país ha sido impulsado principalmente por el repunte de los delitos de tipo patrimonial, como robos, fraudes, extorsiones, entre otros.
Según el Observatorio Nacional, en su reporte de septiembre de 2020, en ese mes los estados con mayor robo con violencia a transeúnte fueron Guanajuato, Tabasco, Tlaxcala, Campeche. Los robos de vehículo con violencia, en Sinaloa, México, Guanajuato, Guerrero y Puebla. Mientras que a casa habitación, en Sonora, Zacatecas, Campeche, Hidalgo y Michoacán.