“No hay profesional que tenga todas las capacidades, experiencia, conocimiento, habilidades y aptitudes para encauzar la reconstrucción del tejido social en México como el trabajador social”, afirmó Leticia Cano Soriano, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
Formar profesionales con vocación social, ética, conocimientos y saberes vinculados con la inclusión social, identidad de género, diversidades y nuevas composiciones de familias, entre otros ámbitos, es uno de los retos que afronta el trabajo social, dijo.
En el marco del Día de Trabajador Social, que se celebra hoy, 21 de agosto, Cano Soriano remarcó que esta disciplina permite incidir en diversas problemáticas sociales, realizar diagnósticos y proponer soluciones.
Actualmente, en la UNAM hay cerca de tres mil 400 alumnos cursando esta carrera, tanto en licenciatura como en posgrado, además de la modalidad de Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia.
La directora de la ENTS afirmó que debido a su conocimiento y metodologías en la generación de estrategias de intervención social, los trabajadores sociales tienen la capacidad de adaptarse al entorno en el que laboran para dar respuesta y alternativas a diversas problemáticas sociales, ya sea al interior de las familias o en la complejidad de una comunidad.
“La intervención social es uno de los pilares de esta profesión y consiste en una serie de metodologías de investigación, análisis de problemas, estrategias de solución y medición de impacto social”.
El trabajo social es una herramienta indispensable para mejorar el desarrollo de la sociedad, pero el desconocimiento de sus potencialidades ha propiciado que por años se encasille a estos profesionales en puestos administrativos. “En la actualidad, y gracias a convenios de colaboración con instituciones públicas, privadas y organizaciones, se ha logrado romper con esta visión”.
Por todo ello, subrayó la directora de la ENTS, es importante instituir el 21 de agosto como Día nacional de las y los trabajadores sociales, iniciativa que se encuentra en el Senado de la República. El objetivo es que “nuestra profesión sea reconocida para visibilizar la labor de quienes han estado en lugares de retos sociales, como poblaciones de alta y muy alta vulnerabilidad”.
Finalmente, consideró fundamental la actualización constante de planes y programas de estudio, así como la capacitación de egresados para brindar mejores respuestas y alternativas, y generar cambios sociales favorables.