Respondió sin tapujos
Eso no va a suceder, respondió molesto el presidente Andrés Manuel López Obrador y arremetió contra los trabajadores de confianza del gobierno que no están de acuerdo y luego de insistir que si no están a gusto que se vayan, les mandó decir que “qué se creen esos burócratas que no aceptan la austeridad de nuestro proyecto”.
“No se va a aplicar. Es que a lo mejor la que emitió o el que emitió el documento lo hace para que se desacredite al gobierno, porque todavía hay mucha gente en el gobierno, sobre todo en estos mandos intermedios, que vienen de la época o del periodo neoliberal, que entraron ahí por los trabajos que hicieron en las elecciones a favor de los candidatos y siguen pensando igual y ya se llevó a cabo un cambio.
“Entonces, la austeridad va a continuar, o sea, que ni estén pensando que vamos a volver al derroche. Compartan más los instrumentos de trabajo y que no haya corrupción. Es que había contratos de computadoras a diestra y siniestra.
“En la ley de austeridad, y desde antes, en mis compromisos de campaña dejé establecido que no íbamos a comprar equipos de cómputo, está escrito, precisamente por el desorden, el desbarajuste y la corrupción que imperaba, pero en grande.
“No estamos exigiendo tanto sacrificio, se les está garantizando a todos -y somos unos privilegiados, me incluyo- que cada 15 días nos pagan. ¿Cuánta gente tiene que salir a la calle ahora arriesgando su vida para llevar algo que ayude a la alimentación y a las necesidades de la familia?
“Entonces, ¿qué se creen los burócratas con todo respeto?, me refiero a la burocracia dorada, estaban muy mal acostumbrados. Ahí se van a ir poco a poco acostumbrando, pero nada de fantocherías.
“Entonces el mensaje para los trabajadores de la Secretaría de Economía sería: la austeridad sigue, pero ustedes no van a poner sus cuatro mil pesos para mantener el equipo.
“Ya deberían por honestidad, los que no comparten lo que estamos haciendo de acuerdo al proyecto de transformación que se está aplicando, deberían de decir: ‘Me voy a la academia o al sector privado’, pero no, continúan, no ayudan, estorban y es un acto, creo, que de deshonestidad.
“Yo respeto y considero que no tienen por qué renunciar los trabajadores de base, los trabajadores sindicalizados, pero los llamados trabajadores de confianza, los de alto nivel, no deberían de estar”.