Sombrío panorama social
La presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, Blanca Lilia Ibarra, expuso que en la actualidad las democracias contemporáneas se encuentran afectadas por los estragos de la pandemia.
Al participar en un evento en el Senado, dijo que esta situación inédita no solamente ha contribuido a agravar problemas, como el ensanchamiento de las brechas de desigualdad, sino también la crisis de credibilidad de las instituciones o la circulación masiva de desinformación y noticias falsas.
Ante este contexto, destacó que la transparencia tiene un papel estratégico, pues es una precondición para la toma de decisiones que permitan salvar vidas, “algo muy relevante en este momento”. Además, agregó, este principio permite más exigencia ciudadana, ofrece a los electores evaluar a sus gobernantes y limita el poder del Estado, a través de mecanismos de control.
Blanca Lilia Ibarra afirmó que un gobierno transparente no sólo es más legítimo, sino también más fuerte, porque actúa con plena libertad y seguridad dentro del Estado de derecho. Consideró indispensable promover la cultura de la transparencia y socializar los derechos electorales, como herramientas para atender problemas que persisten en la actualidad.
En su turno, José Guadalupe Medina Romero, exfiscal anticorrupción de la extinta Procuraduría General de la República, advirtió que, a pesar de la importancia demostrada por los organismos autónomos como impulsores comprometidos con la transparencia y rendición de cuentas, “seguirá habiendo autoridades renuentes de dicho impulso”.
Por ello, dijo que resulta imprescindible que se blinden jurídicamente a estas instituciones y se les arrope políticamente. Señaló que si a los órganos autónomos se les fortalece se convertirán en instrumentos para consolidar el Estado de derecho, pero si les restringe y descalifica implicará uno de los retrocesos más importantes en materia democrática.