El 80 por ciento de los decesos de mujeres durante un parto natural podría haberse evitado de haber recibido atención médica oportuna. Existen múltiples deficiencias en la atención, por lo que es necesario hacer algo para cambiar esta situación, resaltó Jorge Arturo Pérez Fuentes, ganador del Premio Aurora Arnaiz Amigo, en la categoría de mejor tesis de Maestría en el campo de la Bioética.

Pérez Fuentes, quien realizó su maestría en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud en la UNAM, y presentó el trabajo “Reflexiones bioéticas sobre los factores determinantes de las deficiencias en la atención del parto normal en hospitales públicos mexicanos”, resaltó que “no es posible que se registren más decesos en Chiapas que en Monterrey, sólo por una cuestión económica”.

Durante la ceremonia de premiación, en el auditorio Mario de la Cueva, de la Torre II de Humanidades, precisó que de las deficiencias en la atención de un parto normal documentadas por el Seguro Popular, el Seguro Social y los servicios de salud pública en la República Mexicana, destacan: la atención inadecuada del mismo, maltrato y falta de respeto a la dignidad de las personas (principalmente por parte de los médicos por la forma en que se dirigen a las mujeres), medicalización contraindicada o cesáreas innecesarias, además de la pobre atención si ocurre una complicación.

Ante familiares, amigos y académicos, expuso que “las complicaciones se deben atender en unidades que tengan banco de sangre, con presencia de especialistas las 24 horas del día. Si se presenta una hemorragia, que es el problema más grave, se requiere de un ginecólogo, y en la mayoría de los hospitales no hay quien atienda una emergencia. Ésa es la tragedia terrible de nuestro país”.

El médico militar añadió que esta situación se relaciona con la cultura y la manera en que se trata a las personas, sobre todo en estados con economías en progreso o de escasos recursos como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en donde es difícil encontrar atención especializada.

“Es necesario un cambio cultural y una política pública que acompañe a la Norma de Atención del Parto, publicada en 2016. Sin embargo, no se ha promovido ni se ha implementado una ley al respecto… nadie le hace caso porque no saben de su existencia”, lamentó.

Yael Zonenszain Laiter, de la Universidad Anáhuac Norte, obtuvo el premio en la categoría de tesis de Doctorado, por su trabajo “Crítica al concepto de muerte encefálica”.

En su oportunidad, Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la UNAM, comentó que ambos trabajos destacan por el análisis de los problemas bioéticos que afectan a la sociedad, ofreciendo alternativas de solución que mejoren la vida de los mexicanos.

“Uno de los sentidos del premio es evocar a una gran maestra, y con ella a quienes han participado en la confección de estas tesis ganadoras”.

Rosario Rodríguez Arnaiz, hija de Aurora Arnaiz Amigo y secretaria de la fundación del mismo nombre, destacó que en esta edición del premio se recibieron trabajos con temas como el aborto, el reconocimiento jurídico del embrión, los derechos del neonato con cáncer y el bien morir, entre otros.

Finalmente, Víctor Manuel Martínez Bullé Goyri, representante del jurado calificador, destacó que la bioética no se limita a las ciencias médicas, sino a las actividades cotidianas y a la vida política del país.

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