Los carotenoides y la vitamina A presentes en el calostro son los responsables de su distintivo color amarillento.
La vitamina A es importante para la visión del bebé (la deficiencia de vitamina A es la principal causa de ceguera en el mundo) y de mantener en buen estado su piel y sistema inmunitario. Los bebés suelen nacer con unas reservas bajas de vitamina A, por lo que el calostro ayuda a compensar este déficit.
«Los primeros tres días son un periodo fundamental para establecer la lactancia»
El calostro también es rico en minerales, como el magnesio, que ayuda al desarrollo del corazón y los huesos del bebé; y cobre y cinc, que ayudan a desarrollar su sistema inmunitario.
El cinc también contribuye al desarrollo del cerebro. Hay casi cuatro veces más cinc en el calostro que en la leche madura para ayudar al desarrollo del cerebro de tu recién nacido.