El martes 21 de septiembre de este 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo lo siguiente desde su mañanera: “Hago un llamado respetuoso, fraterno, cariñoso, a los miembros del Consejo de la Judicatura para que tomen la bandera de la reforma que necesita para moralizar el Poder Judicial”…
La posición y ánimo de don Andrés fue cambiando y sin más soltó la siguiente frase en tono de regaño: “No escucho jueces, no se agrupan para eso, se agrupan para defender sus canonjías”.
Pero el inquilino de Palacio Nacional fue más duro con sus supuestos seguidores ideológicos, a quienes les mandó el siguiente reproche: “Me tocó a mí proponer a tres (jueces) de primera, dos mujeres y el maestro Bátiz, un hombre íntegro, recto, las dos mujeres abogadas de prestigio, pero no los escucho, no sé nada de ellos”…
Así es el trato del mandatario mexicano para con sus pares en los poderes de la Unión, los empleados de la administración pública y sus recomendados incrustados en el gobierno que no cumplen sus órdenes…
Ni hablar, no les queda más que apechugar, aunque así pasen a la historia en la reseña de la mal llamada 4-T…