Atrincherados en sus respectivas sillas en el presídium de la mesa directiva del Senado de la República, los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, general Luis Cresencio Sandoval González y almirante José Rafael Ojeda Durán, escucharon pacientes y disciplinados los tronantes reclamos e insultos de dos legisladores que les dieron hasta con la cubeta verbal, en un hecho que queda para la historia reciente del parlamento mexicano.
Ambos asistieron al recinto legislativo acompañando a la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien compareció en el marco del análisis del cuarto informe del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aquí algo de lo que la senadora Lilly Téllez García, ex morenista y ahora panista, le dijo al titular de la Sedena:
“Tiene usted dos caras, general, la que da en público, que aparenta ser hombre de leyes y la que escondió para cabildear las violaciones a la Constitución.
“El orgullo que nos inspira a los mexicanos, nuestro Ejército y su popularidad, no le brindan, general a usted autorización para adjudicarse tajadas de poder, mientras los soldados se parten el alma por un jornal, usted y su élite militar gozan de privilegios presupuestales desmesurados.
“Su silencio aquí, general, y se lo digo de frente, es un grito que desafía y desprecia a la República, la que usted, general, jura defender y ahora trata con tanto desdén”.
Por su parte el senador del grupo plural Germán Martínez Cázares, ex panista y ahora del grupo plural le dijo también le dijo esto al secretario de la Defensa Nacional desde la tribuna del Senado de la República: “Le ordenaron hacer un aeropuerto, un tren, etcétera, usted obedece, y si acaso le ordenaran liquidar a un adversario electoral, ¿también obedecería?
“Del militarismo al fascismo sólo hay un toque de clarín y dar el paso.
Su equipo castigó a un teniente por no darle las botas correctas, ¿ya castigó a los responsables de custodiar todos los papeles del Ejército?
“Los guacamayos son militares descontentos, el gobierno salió de espoleta retardada para entender el enorme peligro de los delincuentes, pero de estopín instantáneo para entender que muchos de sus contratos no se licitan, sólo se adjudican sin fiscalización.
“A los amigos, a firmar contratazos; a los enemigos, a tirar balazos.
“El descontento ya no se oculta, privilegio marcial puro”.
19/10/2022