A pocos días de haber pedido una tregua a los medios informativos más representativos de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se aguantó y este martes la rompió al acusarlos nuevamente de hipócritas, corruptos y conservadores que extrañan el status de riqueza y poderío que ya no tienen y que por ello se oponen a la transformación del país.
Así lo dijo durante su mañanera: “Hay conservadores que quieren mantener el statu quo, es decir, que las cosas no cambien, que las cosas se conserven, de ahí lo de conservador. Y hay varias denominaciones, hay conservadores por ideas, no necesariamente el conservador es el que tiene dinero, puede ser una gente modesta, de clase media, pero tiene ese pensamiento conservador, y hay también los que defienden sus intereses, sus privilegios. Esa es la esencia de la definición del conservadurismo, los que no quieren perder privilegios.
“Entonces, este grupo aún no convertido en una reacción, desarticulados, han emprendido una campaña en contra del proceso de transformación que estamos llevando a cabo, que, contrario al conservadurismo, es un movimiento de cambio y de cambio verdadero.
“Porque también la palabra ‘cambio’ se usó mucho y se engañó, que iban a haber cambios, y al final fue lo que se conoce gatopardismo, eso que consiste en que las cosas en apariencia cambian para seguir igual.
“Entonces, como decidimos llevar a cabo una transformación, naturalmente existe una oposición conservadora; y los que se sienten más afectados son los más iracundos, los más enojados, alterados y han emprendido estas campañas.
“Lo empezamos a observar desde el movimiento feminista. ¿Cómo de repente conservadores se montaron en el movimiento feminista? Porque hay también mucho oportunismo en esta actitud y mucha hipocresía, esa creo yo es la doctrina principal del conservadurismo, la hipocresía. Viene lo del coronavirus y ahí están, acuérdense de cómo dieron por muerto a un señor antes de falleciera.
“Y han estado orquestando toda esta campaña de desinformación. Como ya no les ayuda el periodismo convencional, lo que antes llamábamos -y lo digo en forma respetuosa- la prensa vendida o alquilada, los columnistas, como ya no les apoyan en el propósito último, que es desgastar al gobierno para que se detenga la transformación… Porque ese es el fondo del asunto, ellos quieren mantener el régimen de corrupción y nosotros queremos cambio”.