Y ataca a periodistas profesionales
El tristemente célebre “lord molécula” aprovechó el privilegio de tener acceso a las mañaneras a cambio de cumplir la tarea encargada por Comunicación Social de Palacio Nacional y preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador si está jugando a Dios en esta crisis que padece el país por el coronavirus.
A esto, el mandatario respondió, sin inmutarse, que “no debemos tampoco dar tanta importancia a esos señalamientos, porque son predecibles nuestros adversarios”.
La pregunta de molécula fue la siguiente: “Ya cumplí mi tarea y ahora sí mi pregunta, señor presidente. El cártel del periodismo de la mentira, entre ellos el señor López-Dóriga, quien mata y luego resucita a un connotado empresario; o Ciro Gómez Leyva, quien acusa que la publicación de la guía de bioética de asignación de recursos de medicina crítica en donde se definen a qué pacientes se deberá de sanar, acusan a su gobierno -y otros periodistas más- acusan a su gobierno de estar jugando a Dios. ¿Me podría explicar si su gobierno juega a ser Dios?
Y aquí la respuesta de López Obrador: “No, pero bueno, yo sobre esto lo que puedo decir es de que no debemos tampoco dar tanta importancia a esos señalamientos.
“Ayer, porque son predecibles nuestros adversarios, ya se sabe de antemano cómo reaccionan, como actúan, ayer hicieron esa pregunta al final y dije que la contestara, le pedí de manera respetuosa al doctor Hugo López-Gatell que la contestara, porque la pregunta iba en ese sentido, de lo que dijeron: ‘A ver, si hay que optar entre el salvarle la vida a un joven o a un adulto mayor -creo que así se formula- ¿a quién se le salva la vida?’
“Bueno, pues los médicos, los científicos tienen un código ético, no sólo en México, en el mundo, que no coincide necesariamente con el pensamiento de todos, pero la pregunta era para que se hiciera mención o se hablara del código ético.
“Es como cuando se tiene que decidir porque un familiar está en una situación de gravedad ya insalvable y es si se continúa manteniéndolo así o los familiares toman la decisión de decir: Ya ha sufrido mucho.
“Son cosas muy fuertes, muy humanas, cada quien tiene su manera de pensar y de ver las cosas. Entonces, meterse en esos casos es realmente no tener qué hacer, o sea, es ganas de buscarle tres pies al gato, pero así están”.