Son altamente tóxicos y nadie escucha
La senadora Ana Lilia Rivera propuso reformar la Ley General de Salud, para que la Secretaría de Salud (SS) ordene y supervise, en coordinación con dependencias federales, la reducción y prohibición progresiva de los plaguicidas altamente peligrosos considerando aquellos que contienen sustancias tóxicas prohibidas en tratados internacionales en los que México forma parte.
En la iniciativa, la legisladora de Morena señaló que la Secretaría de Salud deberá elaborar un Programa Nacional de reducción y prohibición progresiva de registros y permisos sanitarios vigentes de plaguicidas de alta peligrosidad aplicando el principio precautorio, dando prioridad a los prohibidos en otros países.
Dijo que se debe reforzar la vigilancia epidemiológica y facilitar el registro de plaguicidas de menor peligrosidad, bioquímicos, microbianos y botánicos, que tienen una o más sustancias tóxicas, según criterios emitidos por la Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Sistema Global de Productos Químicos y la Red Internacional de Acción contra los Plaguicidas.
La senadora de Tlaxcala advirtió que la Ley General de Salud al no prever una regulación expresa y adecuada para restringir el uso de plaguicidas de alta peligrosidad, contraviene los estándares internacionales en la materia, poniendo en riesgo los derechos humanos a la salud, a la alimentación, al agua salubre y a un medio ambiente sano, reconocidos en el artículo 4° constitucional.
Indicó que organismos internacionales han diferenciado entre los plaguicidas, aquellos que se consideran de alta peligrosidad, a los que se denomina Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP), que tienen una o más de las siguientes características:
-Toxicidad aguda alta: síntomas graves de intoxicación a las pocas horas de trabajar con ellos si entran al organismo (por la piel, los ojos, si son inhalados o ingeridos) e incluso causar la muerte.
-Toxicidad crónica: efectos crónicos, que se desarrollan lentamente por estar expuestos por un tiempo prolongado (meses o años) y a bajas dosis, producen tumores cancerígenos y mutaciones en el ADN y malformaciones.
-Tóxicos para la reproducción: causan efectos adversos en la función sexual o fertilidad en las personas o afectar el desarrollo normal del ser humano, antes o después de nacer.
Ana Lilia Rivera informó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la autoridad encargada de regular, controlar y vigilar la importación de plaguicidas persistentes y bioacumulables.
Denunció que contrario a lo que dispone la normatividad referida, la Cofepris reconoció que existen más de 4 mil registros sanitarios con vigencia indeterminada, incluyendo 134 con glifosato, a pesar de ser considerada como una sustancia altamente tóxica y peligrosa para los humanos, para el medio ambiente y otros organismos.
El proyecto de decreto que reforma el artículo 279 de la Ley de Salud, fue turnada directamente a las comisiones unidas de Salud; y de Estudios Legislativos, Segunda.