La Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Ana Margarita Ríos Farjat, al rendir el informe de labores correspondiente al año 2022 como Presidenta de la Primera Sala de este Alto Tribunal, señaló que dicha instancia resolvió este año 1,269 asuntos a lo largo de 42 sesiones, siendo ya notorio el impacto de la reforma judicial, que se traduce en un menor ingreso de asuntos y también una reducción en los pendientes.
Aunado a ello, se incrementó la producción jurisprudencial, pues si en 2021 se emitieron 136 tesis, este año se aprobaron casi el doble, totalizando 257, de ellas 179 de jurisprudencia y 78 aisladas.
La ministra destacó que “la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mantiene su indudable vocación de cercanía con la gente; es atenta y sensible a sus problemas más íntimos y fuertes y sigue siendo articuladora de soluciones para las áreas más rotas del tejido social”.
En ese contexto y como parte de los asuntos más importantes resueltos por la Primera Sala, la Ministra Ríos Farjat destacó algunos relativos a desaparición forzada de personas; tortura; acceso a la interrupción del embarazo por violación; abuso sexual de superiores jerárquicos; reparación del daño por prácticas médicas negligentes; indemnización patrimonial por muerte de descendientes aun cuando no se tenga reconocimiento judicial como heredero; reconocimiento de daño moral en contratos de seguro; reconocimiento de la identidad de género de las infancias trans; aspectos que deben tomar en cuenta las personas juzgadoras en los divorcios sin expresión de causa; constitucionalidad del plazo para configurar el concubinato; la inconstitucionalidad de que exista sólo un régimen patrimonial para el concubinato, el permiso para la importación de productos cannábicos para fines industriales y la revisión de la Prisión Preventiva después del plazo constitucional, entre otros.
La ministra Ana Margarita Ríos Farjat expuso que ha sido un año extraordinario para la Primera Sala, pues “es patente su compromiso con los derechos humanos en todo ámbito con las víctimas directas e indirectas de desaparición forzada, con las víctimas de tortura, de abusos e injusticias, con toda víctima en general, con las personas indígenas y afromexicanas, con las personas, que para buscar un mejor horizonte, deciden migrar; con las mujeres que siguen enfrentándose a estereotipos, con las personas con discapacidad que siguen sin ser vistas; con las más vulnerables, pero también, con las personas que no se rinden y litigan hasta generarse a sí mismas y a los demás una mejor justicia”.
Concluyó que quienes integran la Primera Sala dan lo mejor en un esfuerzo colectivo; “no hay individualidades, somos la Sala y ha sido un honor y un privilegio muy feliz haberla presidido estos dos años”.