El presidente Andrés Manuel López Obrador se sostiene e insistió que su gobierno de la 4-T no puede avalar los créditos que se están concertando con el Banco Interamericano de Desarrollo y dijo que si empresarios mexicanos los consiguen, será solo bajo el riesgo de ambas partes.
Así lo dijo este jueves al responder una pregunta en su mañanera: “Pues si ellos consiguen financiamiento de la banca internacional, adelante; pero nosotros no podemos avalar esos créditos, porque nosotros tenemos que cuidar el presupuesto público y estamos impulsando la industria de la construcción de distintas formas.
“Por ejemplo, en el caso de la vivienda, ¿qué es lo que estamos buscando?, que ya no haya tanta intermediación, que el dinero de los créditos de vivienda se entregue a los trabajadores en el caso del Infonavit, en el caso del Fovissste que se entregue a los trabajadores al servicio del Estado, que en el caso de los que no tienen seguridad social, la Secretaría de Desarrollo Urbano entregue de manera directa, sin intermediarios.
“Y que confiemos en la inteligencia, en la responsabilidad de los ciudadanos para que con ese dinero puedan ellos contratar, si lo requieren, a un ingeniero, a un arquitecto o a un maestro albañil y a los trabajadores, y que ellos compren el cemento y la varilla, y la cimbra y todo lo que se vaya necesitando.
“Y así ese crédito les va a rendir más, porque cuando hay intermediarios, está probado, les quitan la mitad, les hacen malas construcciones y se alega que la gente no tiene capacidad y que se les van a caer las casas. No es así.
“Muchas familias de México, millones, ellos mismos conforme van reuniendo sus recursos, van comprando su material, tienen acuerdos con maestros albañiles y ahí van haciendo sus casas.
“¿Qué era la experiencia anterior, que es lo que no quisiera que continuara?
“Los políticos con las empresas inmobiliarias hacían su agosto con esos créditos, construían unidades habitacionales en zonas de riesgo, en barrancas, allá en lo más distante en donde no había servicios públicos, no había transporte. Hay más de 500 mil departamentos del Infonavit abandonados por eso, pero se enriquecieron políticos y estos malos empresarios.
“Ya no queremos eso.
“Entonces vamos a impulsar la industria de la construcción, lo estamos haciendo. Puse el caso de la vivienda, pero también en mejoramiento o mantenimiento de escuelas.
“¿Para qué pasar el presupuesto que va a las escuelas?, ¿para qué pasarlas por varias instituciones del gobierno federal, estatal, municipal? No llega o no llega completo, o llega con moche o la autoridad correspondiente hace un contrato con una empresa que incumple y que deja la obra a la mitad o se llevan los anticipos.
“Había empresas en México de la construcción que tenían más abogados que ingenieros, leguleyos, que recibían un contrato y ya sabían que no iban a cumplir y se iban al pleito; como los que no querían pagar impuestos, algunos que me decían: ‘Estamos fuertes legalmente’, o este otro que dijo: ‘Vamos a litigar hasta el año 3000, entonces’. Ándenle, vamos a ver si están fuertes y vamos a ver si van a llevar a la práctica sus tácticas dilatorias para irnos hasta el 3000.
“Y afortunadamente ya se dieron cuenta -además no son todos- de que va en serio y se están poniendo al corriente. Y esto ahora en la crisis nos ayuda porque esto es lo que permite que no se nos caiga la recaudación.
“Entonces, no es aval por aval, o sea, tenemos que cuidar el presupuesto. No quiero generalizar, hay que ver qué proyectos son, desde luego los fuertes no necesitan aval del gobierno, tienen sus bienes que pueden dejar en garantía. ¿Cómo vamos a dejar en garantía el presupuesto, que es de todos?
“Si quiebra un comercio, ni modo que acuda ese comerciante a que el gobierno lo rescate. No, ahí ve cómo le hace, padece, sufre y sigue adelante. ¿Por qué los de arriba van a tener esos privilegios como era antes? Realmente fue una gran inmoralidad lo del Fobaproa, una gran corrupción.
“Cómo a espaldas de la gente, porque el pueblo ni siquiera se enteró, nosotros hicimos todo lo que se pudo en aquel entonces, pero como estaban los cercos informativos, la gente no supo que se había llegado a un acuerdo arriba para convertir las deudas privadas de unos cuantos en deuda pública. Y ahí estamos todavía pagando esa deuda.
“Esas experiencias no van a repetirse o esas malas experiencias no se van a repetir”.