*Ya no hay que callar nada porque no es riesgoso decir la verdad
No es ninguna falta de respeto ni es riesgoso decir la verdad; no hay que callar, hay que hacer valer la transparencia, que es una regla de oro de la democracia.
Antes no se podía hablar de estos temas, no; ahora es debate abierto, no hay nada que esconder, y eso es lo que nos da autoridad moral. Por eso no han podido los adversarios, y vaya que nos atacan, como ya lo mencioné, pero no tenemos nada de qué avergonzarnos.
Entonces, adelante con la polémica. Es más, es importantísimo el debate, porque cada vez se exhibe lo que significa el conservadurismo, la derecha, su hipocresía. Es fuera máscaras, ya no hay medias tintas, ya es vamos a definirnos con claridad. No a la política robalera, ya hemos hablado de que sólo el robalo anda en dos aguas. Hay que fijar con mucha claridad nuestra postura, y ese el debate.
Y desde luego es un proceso de transformación el que se está llevando a cabo y hay una reacción.